Economía

Galápagos pide una pronta reactivación económica y créditos con condiciones flexibles

“La provincia está tocando fondo, en los barrios hay desesperación, se está pasando mucha necesidad”. Kevin Guaycha describe así los momentos críticos que atraviesa la población de la isla Santa Cruz tras casi cuatro meses de paralización por el COVID-19.

Esta céntrica isla de Galápagos, la que más visitantes recibía antes de la pandemia, ha entrado en una compleja situación ante la ausencia de la actividad turística que mueve su economía.

El Gobierno puso en vigencia el protocolo para la reapertura de vuelos el 1 de julio, pero las aerolíneas no han reanudado operaciones y, por ende, la llegada de turistas sigue nula.

Guaycha, quien preside una asociación que agrupa a 34 barrios de Santa Cruz, solicitó al Consejo de Gobierno de Galápagos que pida al Ejecutivo declarar la emergencia económica en el Archipiélago.

Más del 80 % vive del turismo en Galápagos y los sectores empresariales han estimado que la pandemia ha dejado pérdidas de unos 200 millones de dólares.
En medio de la falta de ingresos, incluso en las islas se han creado grupos de trueques para intercambiar objetos por alimentos básicos.

“Ya esto se está volviendo insostenible y lo poco que se mueve es por los ingresos de los empleados del sector público”, indica un empresario.

En Galápagos hay unos 3000 empleados del sector público que laboran en los municipios y las entidades gubernamentales, los únicos que están percibiendo ingresos fijos.

El martes pasado, decenas de personas se congregaron en los exteriores del Consejo de Galápagos para manifestar los problemas que los aquejan en una sesión en la que se abordaría la reactivación. Allí hubo roces y empujones.

Entre el miércoles y viernes se formaron mesas de trabajo con algunos sectores productivos y autoridades para plantear pedidos.

Ángel Yánez, alcalde de Santa Cruz, solicitó en esas sesiones que se equipen los hospitales y centros de salud de la provincia para que los turistas conozcan que están preparados y se atienda con créditos.

Delegados del sector productivo de las islas propusieron que los créditos de la banca pública sean a una tasa del 5 %, con plazos de 5 años y con periodos de gracia.

Carlos Maldonado, de la Cámara de Comercio de San Cristóbal, dijo que los créditos ofrecidos por el Gobierno no se ajustan a las necesidades de la población de Galápagos, por eso requieren una política crediticia exclusiva.

Los productores plantearon que se fije un mecanismo de protección y se priorice el consumo de los productos que se cultivan en las islas.

La noche del viernes, en una sesión extraordinaria del Consejo de Galápagos instalada para abordar la reactivación, el pleno aprobó una resolución para restringir temporalmente el ingreso a Galápagos de café tostado y molido, queso mozzarella, tomate riñón para fortalecer la producción local. El BanEcuador ofreció líneas de crédito.
Las otras demandas se continuaron analizando el fin de semana.

Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, aseveró que la idea era escuchar a todos los sectores productivos para ir hacia un plan de reactivación económica de la provincia, que reconoció será lenta.

Para el funcionario, Galápagos está listo para volver a recibir turistas debido a que es uno de los lugares más seguro para visitar porque no existe contagio comunitario de coronavirus. «Se ha controlado la curva de crecimiento de contagio», aseguró Wray.

«Es preocupante que Galápagos no se haya reactivado desde julio»

La terminal de Baltra, principal puerta de entrada de los turistas que van a Galápagos, ha invertido $150 000 para poder adecuarse a la «nueva normalidad», que exige establecer medidas de bioseguridad.

Ezequiel Barrenechea, presidente de Aeropuertos de Galápagos, dijo que la terminal está lista para recibir a los turistas, pero hay factores externos que han atrasado la reactivación, como la definición del protocolo.

El empresario lamenta que Galápagos no haya reactivado el turismo desde el 1 de julio. «Galápagos es un lugar donde los ingresos dependen del turismo, la gente vive de eso y hay que darle la importancia que se merece», señaló.

Barrenechea explicó que el pasajero que va a las islas Galápagos no hace reservas de un día para otro, por ello deben estar claras las reglas.
Los únicos vuelos que llegaron desde marzo fueron especiales para llevar a colonos o sacar extranjeros varados.

Ante esta situación, el sector turístico requirió al Consejo de Gobierno de Galápagos que se busque la reanudación de los vuelos, con por lo menos dos operaciones semanales y cupos para sacar productos.

Norman Wray, presidente del Consejo de Galápagos, sostuvo que los directivos de Latam se han comprometido a garantizar por lo menos dos vuelos semanales. «Creo que esto arrancaría a fines de julio o inicios de agosto», aseveró Wray, quien espera que Avianca se pronuncie.

Con respecto a la homologación del protocolo, Wray señaló que se está analizando en las mesas técnicas del Comité de Operaciones de Emergencia. Él coincide que el protocolo de Galápagos debe estar conectado con lo que está pasando con el ingreso de extranjeros hacia Ecuador.

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